martes, 12 de mayo de 2015




Manifiesto:
 
Las instituciones culturales, centros docentes, asociaciones y ciudadanos firmantes, en atención a un legado histórico que tenemos la obligación de conservar, difundir y transmitir a generaciones futuras, convienen en exponer a las autoridades competentes las siguientes consideraciones.
 
Las investigaciones arqueológicas en Huelva han aportado una abundante documentación material con hallazgos tan destacados como el depósito de bronces del estuario del Tinto-Odiel, los magníficos ajuares de la Necrópolis de La Joya, los registros de escritura y de cerámicas griegas y fenicias más antiguas del Mediterráneo Centro-Occidental y miles de cerámicas griegas con representación de los más destacados pintores de figuras negras de Grecia. Hacia la misma época, siglos X-VI a.C., han podido constatarse actividades tan significativas como una triple metalurgia de plata, hierro y cobre, talleres de marfil, sistemas planificados de cultivos de vid y una serie de relaciones comerciales de medio y largo alcance con Oriente Próximo, Chipre, Grecia, Cartago, Etruria, islas del Mediterráneo Central, Portugal y fachada atlántica africana.
La repercusión de estos importantes hallazgos, con implicaciones en temas tan discutidos y recurrentes como Tartesos y Tarsis de las fuentes escritas, se encuentra acreditada por numerosas referencias en las más prestigiosas revistas especializadas españolas y extranjeras. Los problemas surgen a la hora de disponer de un marco expositivo adecuado que el Museo de Huelva, falto de espacio y debiendo atender a un ámbito más amplio que el arqueológico, en absoluto satisface.
Como consecuencia, un sinfín de piezas que merecen estar a la vista se almacena en sus depósitos. Por fortuna, ha quedado libre de uso un inmueble que responde perfectamente a la necesidad expuesta mediante su conversión en un Museo Tartésico.
El antiguo Banco de España en la Plaza de Las Monjas es un edificio neoclásico ideal para exhibir dignamente la documentación material referida. Los ejemplos de conversión en museos arqueológicos de edificios similares son incontables y gozan de una enorme tradición y prestigio. En el presente caso, a la conformidad de diseño arquitectónico se une la circunstancia no menos favorable de su ubicación en el centro de la ciudad. Esta localización facilita las visitas y, al coincidir con la antigua ciudad protohistórica, permite su integración junto a hitos como el muro fenicio de San Pedro o, en un futuro, a espacios arqueológicos colindantes que todavía pueden recuperarse, como la denominada “Plaza Arqueológica” o la citada Plaza de Las Monjas. Desde otra perspectiva, es evidente la destacada proyección cultural, educativa, social y turística que la propuesta conlleva, por lo que sería muy lamentable perder esta oportunidad irrepetible destinando el edificio a otros usos.

Asociación Amigos del Museo Onubense A.M.O.

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