Ayer viernes, 4 de mayo realizamos la excursión a Carmona,
programada dentro de nuestras actividades culturales 2012, donde visitamos
su Conjunto Arqueológico, el Alcázar de
la Puerta de Sevilla, Museo Arqueológico, Iglesia Prioral de Santa María y el
Convento de Santa Clara.
Nos acompañan familiares y amistades, que junto a los socios
participantes se completó un bus de los grandes, el cual pusimos rumbo a
nuestro destino a las 8 h de la mañana,
no sin estar pendiente de la climatología pues ésta amenaza con lluvia aunque
de baja intensidad, no obstante es tanto el entusiasmo, interés y ganas por
esta excursión que no habría rayos ni
truenos que nos frenara.
Una vez en Carmona nos dirigimos directamente al Conjunto
Arqueológico. Un recorrido que nos permitió reconocer las señas de identidad
propia de un ámbito funerario romano, con exponentes arquitectónicos diversos
que son fruto de la complejidad social allí representada.
El proceso de descubrimiento de la necrópolis responde a un
impulso de la sociedad carmonense de finales del siglo XIX, aglutinada en torno
a la figura del arqueólogo inglés Jorge Bonsor.
El itinerario se inicia en las construcciones funerarias más
próximas al centro de recepción de visitantes, como el Mausoleo Circular,
cámara subterránea abovedada y entrada en forma de pozo. A continuación la Tumba
del Elefante, relacionada con rituales orientales por la aparición de la
escultura zoomorfa que le da nombre y representaciones a Atlis y Cibeles.
Continuamos a la Tumba de los Cuatros Departamentos, de bóveda rebajada
y bancos adosados y pasamos a la Tumba de las Guirnaldas, en cuya cámara
podemos ver restos pictóricos con este motivo, sí como su ustrinum, lugar donde
se incineraba a los difuntos antes de pasarlos a los nichos. Quizás el punto
más crucial del recorrido sea la impresionante Tumba de Servilia, de
influencia helenística, donde destaca la interesante distribución de espacios
funerarios y su cuidada decoración escultórica y pictórica. Más adelante se
encuentra la Tumba de las Cuatros Columnas, con un patio distribuidor,
rodeado de pilares y un gran óculo central. Pasamos a visitar la Tumba de
Postumio, donde se combinan los nichos cinerarios con una inhumación y
donde se conserva el ustrinum, un altar y restos de hermosos frescos firmados
por C. Silvanus. Finalmente terminamos este recorrido visitando las
instalaciones museográficas.
A partir de aquí nos dirigimos a visitar el Alcázar de la
Puerta de Sevilla.
La primera fortificación es una torre de base circular de
unos diez metros de diámetro, que formaba parte de un conjunto defensivo más
amplio (murallas y torres), siglo VIII a. C.
Los cartagineses construyeron un baluarte sobre la primitiva
torre, confiriéndole las primeras trazas de su aspecto cuadrangular, pesado y
potente para hacer frente al asalto de los ejércitos enemigos.
Fue en época romana, entre el siglo III y comienzo del I a.
C. , cuando comenzó a adquirir los primeros trazos del aspecto actual y entre
el siglo IX d. C. y segunda mitad del siglo XII se realizó el aljibe, así como
los muros y barbacanas que rodeaban el bastión.
Realizamos el siguiente itinerario: Sala de audiovisuales,
Terraza de los anexos, Intervallum, Matacán-Buhedera, Muro de la cortina, Patio
de los Aljibes, Salón de los Presos Bajo, Salón de los Presos Alto, Salón Torre
del Oro, y finalmente la Terraza de la Torre del Oro, la parte más alta del
Alcázar de donde se puede ver toda la ciudad
y disfrutar de extraordinarias vistas, merece la pena subir a ella.
Finalizamos la programación matinal visitando el Museo
Arqueológico donde nos presenta una síntesis didáctica, lúdica e interactiva de
la Historia de la Ciudad de Carmona, completando así las anteriores visitas.
Ya son más de las tres de la tarde y el cuerpo nos pide el
deseado almuerzo y un poco de descanso, por lo que nos dirigimos unos a pié y otros en el mismo bus al Parador Nacional y allí finalmente todos juntos
dimos buena cuenta de cuanto nos sirvieron, buen apetito.
Lo más entrañable del almuerzo fue la felicitación de
cumpleaños que dimos a Roberto de la Cruz Triguero en sus 84 años, no se lo
esperaba y se emocionó, se le cantó y se le brindó con cava.
La tarde la dejamos libre y opcional para visitar la Iglesia
Prioral de Santa María y el Convento de Santa Clara, aunque creo que nadie se
lo perdió y terminamos todos visitando estos lugares, eso sí finalizando con
las compras de los exquisitos dulces de las monjas del Convento de clausura de Santa Clara.
Misión cumplida, son las 19:30 h. y salimos de Carmona con
dirección a casa, un poco cansados por la
apretada programación pero muy contentos y felices por la jornada
disfrutada.